lunes, 7 de diciembre de 2009

Del mar VI: Días añiles

Hay días azules, despejados.
Hay días soleados, días nublados.
Hay días lluviosos, días calurosos.
También hay días que parecen noches.

Hay días para estar contigo,
hay días para extrañarte.
Hay días efímeros que se van en un parpadeo,
también hay días eternos.

Hay días para no salir de casa,
hay días para no llegar a ella.
Hay días para decir "te amo",
también hay días para demostrarlo.

Hay días que no deberían de existir,
hay días que no deberían de terminar.
Hay días felices, días tristes.
También hay días de familia, y días de soledad.

Pero hay días añiles,
días en los que no se antoja pensar,
sino cerrar los ojos,
y dejarse llevar por la corriente.

Hoy es uno de esos días.

Del mar V: Tu marea

Tu marea, me marea.

Es eso,
tus caderas
moviéndose al ritmo
de un viejo son cubano.

Aquello,
tu cintura
de sirena, abismo
y perdición del marinero.

No sé
lo que sea,
me pierdo en tus olas,
y la cabeza me da vueltas.

Tu marea, me marea.
Y no he llegado a tu marea alta.

Del mar IV: En una botella

Recolecté mis más bellos sueños,
tu ausencia y mi indecencia.
Guardé toda la nostalgia
que cabía en un "te extraño"...

Busqué todos mis "te quieros",
tus miradas, mis caricias.
Seleccioné mis mejores versos,
y también los más sinceros...

Arranqué un pedazo de cielo,
bajé un par de estrellas.
Junte un poco de arena
y escribí unas cuantas líneas...

Envolví todo en tres besos,
lo metí en una botella;
la arrojé al mar,
esperando que alguien me encuentre.

De preferencia, ella.

Del mar III: Redes

Y el mar, calamidad.
Catástrofe.
Inmensa eternidad,
eterna inmensidad.

Re ci pro ci dad.

Ven,
vamos a pescar.
Nos espera la calma,
la brisa,
las olas del mar.

Por caña usaremos momentos,
por pesca anhelos;
por cebo tu sonrisa.

¡Atrapa tus sueños!
Atrápalos y conviértelos en hilo,
teje una red,
para atrapar aún los más pequeños.

Atrapa tus sueños,
y al final,
conviértete en ellos.

Del mar II: Bandera roja

Llevo la contraria a la marea,
me detiene los pasos la arena,
y me llama la atención una ballena,
en forma de señora...

Tengo salvavidas por correa,
sigo las huellas de una nena,
las huellas de bikini de esa nena,
es nunca o ahora...

El verano eterno,
y una enorme bañera,
cuya agua salada
tiene ganas de refrescar...

Curiosa "Bahía del Infierno",
donde lo que fue ya no era
sino una historia pasada,
que aún no ha de terminar...

Nunca llegó el ahora,
huyó la nena del bikini rosa,
cuyas curvas al andar
eran mas bien olas del mar...

Y la ballena-señora,
que también podría ser una morsa,
no hace más que estorbar,
la vista espectacular...

Pasan cocos (partidos y rotos)
tatuajes, lanchas y motos,
masajes, modelos y gordos.

Sobran sombreros, collares y bares.
Luces, bahías y puertos,
basura, gringos y muertos.

Faltan mujeres (de las que no sobran)
arena, sol y mar,
sobre todo falta tiempo.

Pasan días, noches.
Sobran noches, días.
Faltas tú,
y sigues siendo lo mas importante...

Del mar I

Cuando me pediste que hablara del mar,
no sabía que diría tanto de ti.
Que eres un coral,
y el viento que me hace navegar.

Que eres arena y sal,
una sirena que me encanta mirar.
Que eres mi naufragio y mi perdición,
y que me hundo en tus olas...

Cuando me pediste que hablara del mar,
no sabía que diría tanto de mi.

Que soy un pirata,
un bucanero que busca más allá de un tesoro.
Y que mi recompensa no es inmediata
y que, entre otras cosas, te adoro.

Que soy tan inestable como el océano,
y tan perdido como una isla desierta...

Cuando me pediste que hablara del mar,
no sabía que diría tanto de nosotros.

Que sin marea alguna, nos dejamos llevar,
que sin horizonte proximo, seguimos navegando,
que con viento en contra, no dejamos de remar,
y que aún con la mas estruendosa tormenta, nos seguimos amando.

Que soy un pirata y tu una sirena,
y nuestro barco nos lleva a la bahía del destino...

Cuando me pediste que hablara del mar,
no sabía que hablaría de amor...